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LAG Blog

  • Carlos Arze

Hola Giros y retrocesos del proceso de industrialización del litio en Bolivia

En la década de los años cincuenta del pasado siglo, se produjo un intenso debate en Bolivia acerca de las posibilidades del país de llevar su minería del estaño a la fase metalúrgica, mediante la instalación de hornos de fundición que nos libraran de la dependencia de las fundiciones extranjeras, en particular de la Williams Harvey.


Parecía un debate entre especialistas y métodos, aunque los entresijos delataban que se trataba de una disputa entre quienes pensaban que nuestro destino era el de ser un país productor de materias primas y aquellos que apostaban nuestro futuro a la industrialización de los recursos naturales. A pesar de que gobernaba un régimen nacionalista salido de la revolución de 1952, los poderosos intereses del capital extranjero seguían pesando en sus decisiones; peor aún, la oposición de técnicos del gobierno a la instalación de una fundición, estaba, en gran medida, alentada por su postura rentista que había sido alimentada por la misma Williams Harvey mediante “anticipos” monetarios para las arcas fiscales[i].


Este episodio ratificaba, de manera elocuente, un postulado fundamental de la teoría de la dependencia acerca de la nueva división internacional del trabajo, producida por la tardía integración de los países latinoamericanos al capitalismo, que les transfiere “etapas inferiores de la producción industrial…reservándose a los centros imperialistas las etapas más avanzadas…y el monopolio de la tecnología correspondiente”[ii].


La consideración de esos factores parece pertinente a la hora de analizar la situación y perspectivas del proyecto de industrialización del litio en Bolivia, pues ayudaría a revelar cuánto persisten esos intereses que pueden jugar como insalvables barreras para el desarrollo nacional. La trayectoria del proyecto, con cambios radicales en sus principios y, especialmente, en su característica fundamental: la participación del Estado y de las empresas transnacionales, requiere sopesar las posibilidades y disposiciones de una política basada en la concepción de la “economía plural”, es decir, de convivencia de diversas y antagónicas lógicas económicas.


Un artesano sacando sal desde el Salar de Uyuni
Un artesano sacando sal desde el Salar de Uyuni (licencia de CC)

El proyecto, inicialmente se propuso avanzar desde una primera fase de investigación y experimentación –para hallar el proceso químico metalúrgico específico a ser aplicado–, pasando por la producción a escala piloto de carbonato de litio y luego la producción de carbonato de litio a escala industrial, hasta la fase de fabricación de baterías de litio. La primera fase estaría en el 100% a cargo del Estado y en la segunda se preveía la posibilidad de establecer sociedades con empresas privadas, preservando la participación estatal mayoritaria[iii]; es más, la participación de socios privados sería aceptada sólo “para la provisión de tecnología de punta, necesaria en la fabricación de baterías de ion-litio y otros emprendimientos de industrialización”, pues sería una prioridad de la estrategia nacional “el desarrollo de la soberanía tecnológica”[iv].


De manera lenta y enfrentando problemas nunca revelados en su integridad por los encargados del proyecto, éste fue avanzando a lo largo de más de una década. El proceso de producción masiva de carbonato de litio, principal producto del proyecto, fue relegado momentáneamente por la producción de Cloruro de Potasio que se realiza a escala industrial desde 2018, mientras que aquél espera todavía por la conclusión de la construcción de la planta industrial.


Los resultados alcanzados hasta ahora muestran que, aunque las primeras exportaciones de carbonato de litio provienen de 2016, hasta ahora se trata de carbonato grado técnico con un grado de pureza menor al requerido para la fabricación de baterías (99,5%). En 2019, la planta piloto de litio habría alcanzado un grado de pureza promedio de 98,65% y en 2020 un grado de 98,51%. La elevación del grado del producto de la planta estuvo a cargo del centro de investigaciones establecido por el Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) que, en un proceso de “purificación”, habría logrado elevarlo al 99,6% y hasta el 99,7%[v]. Sin embargo, esos niveles todavía son resultado de un proceso de carácter experimental y costoso debido a la utilización de insumos importados. Paralelamente, el proyecto estatal avanzó en la producción piloto de materiales catódicos y baterías que en 2020 alcanzó a producir 3.500 unidades de baterías de litio-ferrofosfato y 37 unidades de baterías de litio-ion; a partir de ellas, estableció un convenio para la provisión de packs de 64 V/80 para la fábrica boliviana de vehículos Quantum[vi].


En agosto de 2015 se firmaba un contrato con la firma alemana K-UTEC por 4.49 millones de Euros y 10 meses de plazo, para el diseño de la planta de escala industrial de carbonato de litio, sobre la base del método “boliviano” de la línea de los sulfatos. Protegido por una “cláusula de confidencialidad”, poco se supo de los resultados del mismo y sólo después se conoció que la firma había entregado su informe final en mayo de 2017[vii]. A partir de ahí, la historia del proyecto y sus ejes cambiarán radicalmente.


Desde 2017 el gobierno realizó una serie de negociaciones con empresas extranjeras de varios países, buscando “socios estratégicos en la producción y comercialización de baterías de litio”, de las ocho que presentaron propuestas (cinco de China, una de Canadá, una de Rusia y una de Alemania), resultó elegida la alemana ACI Systems, con la que, mediante el Decreto Presidencial 3738 de diciembre de 2018[viii], se constituyó la empresa mixta YLB-ACI[ix]. La finalidad de la empresa mixta era el “procesamiento en territorio boliviano de hidróxido de litio, otras sales, ácido bórico y litio metálico a partir de la salmuera residual del Salar de Uyuni y/u otras salmueras residuales” y la comercialización internacional de esos productos; tendría una vida de 70 años y un capital suscrito de poco más de 45 millones de dólares, del que 51% correspondería a YLB[x].


Estos documentos oficiales no establecían una asociación para la producción de baterías y trasladaban esa posibilidad al futuro. La página oficial de ACISA decía: “posteriormente, está prevista la creación de otra empresa en participación para la producción de material catódico y baterías”[xi]. El anexo del Estatuto rezaba que recién en el futuro se definiría la posibilidad de industrializar el hidróxido: “ACISA e YLB garantizan que se realizarán los estudios que determinen la viabilidad de industrializar el Hidróxido de Magnesio…ACISA garantiza el inicio de las actividades preliminares para la conformación de la empresa mixta para Materiales Catódicos y Baterías”. Es decir, la constitución de una segunda empresa mixta para la fabricación de baterías estaría sujeta a la “viabilidad” de industrializar el hidróxido de litio, para lo cual se vendería, a precio de mercado, el 17% de la producción a la eventual nueva empresa.


Este contrato marcó el giro radical del proyecto gubernamental, no sólo en la conceptualización de las fases productivas, sino en cuanto al carácter “soberano” del mismo. Basándose en una atribución nueva delegada a YLB por una ley de 2017 -que le permite asociarse con empresas privadas nacionales o extranjeras para “procesos de semi-industrialización, industrialización y procesamiento de residuos”, la constitución de la empresa mixta importa el ingreso de capitales privados extranjeros a la producción básica de sales como el hidróxido, modificando la prohibición inicial[xii].


La explicación de este cambio de postura es, esencialmente, que el método adoptado para la extracción de litio por evaporación resultaría inviable, pues el proceso resulta demasiado lento y no permite una recuperación óptima de litio de la salmuera, dejando gran parte del mismo en la salmuera residual. La misma ACISA sostiene al respecto, y como justificación de su asociación con YLB: “la salmuera residual restante contiene una alta proporción de magnesio, pero también la mayor parte del litio contenido en la salmuera original”[xiii].


En medio de las movilizaciones populares en contra del gobierno en 2019, éste derogó el decreto observado por el pueblo potosino, región donde se encuentra el salar. Posteriormente, el recientemente elegido presidente Luis Arce, en su visita a México en marzo de 2021[xiv], sostuvo que “el objetivo económico del golpe de Estado, era el control del litio boliviano”, ratificando la versión difundida por Evo Morales y algunos medios políticamente afines suyos de que detrás de la anulación del decreto presidencial 3738, estaba una conspiración financiada por Elon Musk y empresas transnacionales[xv]. A pesar de las contradicciones de los acusadores del “golpe” y su origen imperialista[xvi], la versión parecía verosímil a la luz de la experiencia histórica de los países latinoamericanos. Sin embargo, una declaración del entonces viceministro de Altas Tecnologías Energéticas en una entrevista de 2019, revelaba que el gobierno tenía problemas con la ACI: “estamos peleando con los alemanes porque se están retractando del contrato. Ya no quieren hacer las baterías aquí porque dicen que no les resulta rentable”[xvii].


Así, la verdadera razón de la reversión del convenio a través de una medida unilateral de Evo Morales -que desconocía las propias reglas del estatuto de la empresa mixta-, sería la negativa de la empresa extranjera de cumplir con su promesa de establecer una industria de baterías en Bolivia, después de que había logrado su propósito de acceder en condiciones muy ventajosas a la materia prima; una postura, por otra parte, totalmente apegada a la estrategia de Alemania en su camino a la “transición energética”. En una dramática confirmación de la pervivencia del capitalismo dependiente, los giros y retrocesos del Estado boliviano ejemplifican, más allá de su supuesta candidez, de algún modo, las limitaciones a las que se enfrentarán los países atrasados en el actual proceso global de transición energética comandado por las grandes potencias.


Hoy estamos a puertas de un nuevo intento gubernamental por avanzar en la industrialización del litio. Se propone incorporar a varias empresas extranjeras -que participaron durante medio año en un proceso de “pilotaje”-, desde la fase inicial de producción de sales, utilizando novedosas tecnologías de Extracción Directa de Litio (EDL), en los tres salares más grandes del país: Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes. Los nuevos operadores del gobierno de Arce, declaran que esta nueva estrategia buscaría elevar la producción -de las 15.000 toneladas anteriormente proyectadas, hasta las 100.00 toneladas anuales-, acelerar el proceso y hacerlo más eficiente, aunque explican poco de la eventual fase industrial de fabricación de cátodos y baterías[xviii].


Con todo, esta nueva estrategia, que marca el cambio definitivo de prioridades, deberá enfrentar, un reto legal de enorme trascendencia: la modificación de la obligatoriedad de participación estatal del 100%, en la producción y comercialización de sales básicas de litio, potasio y otras derivadas e intermedias, provenientes de los salares, dispuesta por la Ley de Minería 535.


[i] Almaraz, Sergio. El poder y la caída. El estaño en la historia de Bolivia, Editorial Los Amigos del Libro, La Paz, 1968. [ii] Marini, R.M. Dialéctica de la dependencia, en América Latina, dependencia y globalización. Fundamentos conceptuales Ruy Mauro Marini, Siglo del Hombre - CLACSO, 2008. Disponible en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/secret/critico/marini/04dialectica2.pdf. [iii] Montenegro, J.C. La estrategia nacional para la industrialización del litio y otros recursos evaporíticos de Bolivia, Reporte metalúrgico y de materiales, IIMETMAT, UMSA, 2010. Disponible en: https://es.scribd.com/document/243349723/REPORTE-METALURGICO-Y-DE-MATERIALES-7-umsa-pdf [iv] Montenegro, J.C. El modelo de industrialización del litio en Bolivia, Revista de Ciencias Sociales, segunda época N° 34. Disponible en: http://www.unq.edu.ar/advf/documentos/5bae6daf5bd3d.pdf. [v] GNRE, Memoria 2015. Disponible en: http://sigec.ylb.gob.bo/download1/memorias/Memoria-GNRE-2015.pdf. [vi] YLB. Memoria institucional 2020. Disponible en: http://sigec.ylb.gob.bo/download1/memorias/Memoria-YLB-2020.pdf. [vii] Zuleta, C. Empresa mixta del litio con Alemania ¿"entreguista" e ilegal?, ANF. Disponible en: https://www.noticiasfides.com/opinion/juan-carlos-zuleta/empresa-mixta-del-litio-con-alemania-34entreguista-34-e-ilegal . [viii] Gaceta Oficial Estado Plurinacional de Bolivia. Decreto Supremo 3738. Disponible en: http://www.gacetaoficialdebolivia.gob.bo/normas/buscar/3738. [ix] Obaya, M. Estudio de caso sobre la gobernanza del litio en el Estado Plurinacional de Bolivia, Cepal-GIZ, 2019. Disponible en: https://www.cepal.org/es/publicaciones/44776-estudio-caso-la-gobernanza-litio-estado-plurinacional-bolivia. [x] Bolivia: Estatuto empresa pública de tipología Empresa Mixta YLB ACISA - E.M., 10 de diciembre de 2018, disponible en: https://www.lexivox.org/norms/BO-EST-DP-N3738.html. [xi] ACISA. Litio. Materia prima para la energía y la movilidad Sostenible, en https://www.acisa.de/es/litio/#c84. [xii] Obaya, op.cit. [xiii] ACISA, op.cit. [xiv] ANF. Arce en su visita oficial a México sostiene que el objetivo del "golpe" fue el litio, marzo 24 de 2021. En: https://www.noticiasfides.com/nacional/politica/mexico-y-bolivia-restablecen-relaciones-bilaterales-y-arce-dice-que-el-objetivo-del-34golpe-34-fue-el-litio-408842. [xv] Tweet de Evo Morales https://twitter.com/evoespueblo/status/1287064230835957762. También Higgins, E. Bolivian Coup Comes Less Than a Week After Morales Stopped Multinational Firm's Lithium Deal, Common Dreams, November 11 of 2019(https://www.commondreams.org/news/2019/11/11/bolivian-coup-comes-less-week-after-morales-stopped-multinational-firms-lithium-deal) y Prashad, V. After Morales Ousted in Coup, the Lithium Question Looms Large in Bolivia, Common Dreams, November 12 of 2019(https://www.commondreams.org/views/2019/11/12/after-morales-ousted-coup-lithium-question-looms-large-bolivia). [xvi] Así, mientras Arce y Morales aludían a la intención de los golpistas de impedir la industrialización a través del convenio con la ACI, los periodistas de Common Dreams señalaban a la propia ACI, como interesada en dar curso al convenio mediante la imposición de un gobierno derechista, revirtiendo la derogación realizada por Morales. Inclusive, uno de ellos desliza la acusación de que la alemana era proveedora de Tesla. [xvii] Mariette, M. En Bolivia, el sector del litio a subasta, Le Monde diplomatique, enero de 2020. En: https://mondiplo.com/en-bolivia-el-sector-del-litio-a-subasta. [xviii] Avances hacia la industrialización del litio. 17 de junio de 2022. https://www.youtube.com/watch?v=li0ctxu65Gs .

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