El Premio Latin American Research Group (LAGRG) 2022 para Tesis de Licenciatura ha sido otorgado a Sophia Grijalva de la London School of Economics, por su trabajo “Un análisis de cómo los 'atrapanieblas' en Pamplona Alta, Perú han afectado la seguridad hídrica y la vida colectiva”. Este post nos da una introducción a su tesis.
Viví hasta los 18 en Lima, Perú. De niña, los cerros cubiertos en casitas hechas de paneles de madera y calaminas se trataban como algo normal en mi entorno. Cuando se hablaba de ellos, seguido era de forma casual, a veces hasta por voces poco comprensivas que calificaban a los habitantes como "invasores"- cuando las condiciones en las que viven estas personas hacen evidente que uno sólo podría vivir allí por necesidad. Poco a poco, como me hacía mayor, me di cuenta de que en cada uno de estos asentamientos viven los más desfavorecidos de la ciudad, personas en situación de extrema pobreza que construyen cada vez más alto en las colinas del desierto con la esperanza de beneficiarse de las oportunidades de la ciudad. Se sabe que Lima es una ciudad de ricos y pobres, pero me chocó la realidad cuando descubrí que los camiones cisterna que se utilizan para suministrar agua para el consumo humano en estos asentamientos (ya que no están conectados a SEDAPAL), son los mismos que en mi barrio privilegiado se utilizaban para regar los parques. Esta imagen me vino a la mente cuando decidía el tema de mi tesis, más el recuerdo de haber estudiado brevemente el proyecto de atrapanieblas de la ONG Movimiento Peruanos Sin Agua, que trabaja para darle a estas comunidades de una fuente de agua alternativa.
Este estudio permite conocer la realidad de la inseguridad hídrica que sufren millones de personas que viven en los asentamientos humanos de Lima. Explora el contexto de condiciones desérticas al igual que la pobreza, la informalidad, la inestabilidad del terreno físico y la burocracia gubernamental que influyen en la escasez económica de agua en la ciudad. Los ciudadanos sin acceso al sistema centralizado de agua SEDAPAL dependen en su mayoría de costosos negocios privados, como los camiones cisterna, para el suministro de agua. En consecuencia, han aparecido soluciones de base de las ONG para encontrar soluciones alternativas a la falta de agua corriente.
Mi tesis analiza el impacto de 23 atrapanieblas instalados en el 2020 para colectar agua en el asentamiento de El Trébol, a través de una asociación entre la ONG Movimiento Peruanos sin Agua y los beneficiarios. A través de entrevistas con participantes de la comunidad de El Trébol, la comunidad vecina de Rinconada Alta y el fundador de la ONG, Abel Cruz, se evalúa la eficacia de esta tecnología para proporcionar seguridad hídrica. Utiliza el marco de la gobernanza del agua dirigida por la comunidad para examinar cómo la autonomía de la comunidad sobre la gobernanza y la gestión de los recursos, en paralelo a la orientación brindada por la ONG, puede influir en el éxito de la distribución de los recursos para adaptarse mejor a las necesidades de la comunidad.
Las dos preguntas de investigación que plantea el estudio son
¿Cómo han afectado los atrapanieblas a la seguridad del agua en Pamplona Alta?
¿Cómo han influido los atrapanieblas en la "vida colectiva" de Pamplona Alta?
La investigación concluye que los atrapanieblas mejoran con éxito la seguridad del agua en El Trébol durante los 7-9 meses más nublados del año, cuando la espesa niebla cubre los cerros, y se pueden recoger hasta 10.000 litros que se reparten gratuitamente entre las 60 personas de la comunidad; ¡hasta 166 litros per cápita al día! Esta cantidad está por encima de la estimación de la Organización Mundial de la Salud de 50 a 100 litros diarios de agua por persona necesarios para prevenir problemas de salud y satisfacer las necesidades humanas básicas. Durante las dificultades de la pandemia esto les permitió reasignar parte del usual presupuesto de agua a otras necesidades, e incluso destinar el agua extra a la olla común. Sin embargo, debido a las limitaciones estacionales, los atrapanieblas no funcionan durante todo el año; en los meses del verano, no hay niebla. Las entrevistas informaron del aprieto estacional que viven en el verano al estar obligados a volver a comprar cantidades insuficientes de agua carísima a los camiones.
Uso la definición de "vida colectiva" de Bhan et al. (2020) para analizar el impacto de los atrapanieblas sobre los mecanismos de supervivencia social de la comunidad durante la pandemia de COVID-19. A través del marco de vida colectiva, el estudio muestra cómo para la gobernanza del agua dirigida por la comunidad se pueden adaptar los mecanismos comunes de vida colectiva existentes, en el caso de los atrapanieblas, los puestos de liderazgo voluntario (‘coordinadores de asentamiento’) y las faenas comunales. En El Trébol, el Movimiento Peruanos Sin Agua promueve la autoorganización y el uso de faena comunal para la instalación de los equipos, su mantenimiento y la distribución de los recursos, pues la comunidad ya ha establecido sistemas de confianza y gobernanza solidaria entre ellos. La ONG ofrece reuniones de "sensibilización" a la junta directiva del proyecto elegida dentro de la comunidad para asesorar sobre cómo gestionar y distribuir el agua de forma equitativa, integrando la autoayuda comunitaria con la asesoría de la ONG.
El efecto del enfoque participativo de gobernanza del agua dirigida por la comunidad en la vida colectiva se explora más a fondo a través de entrevistas con miembros de la olla común. Las ollas comunes, como comedores populares gestionados voluntariamente por mujeres que recogen donaciones y cocinan para ellas, son mecanismos de supervivencia utilizados por comunidades en América Latina. Esta perspectiva es especialmente relevante en esta emergente época post-COVID-19. La gobernanza comunitaria hace que, cuando hay niebla, el agua de los atrapanieblas se destine a las ollas, lo cual les reduce la carga de buscar donaciones o de gastar su presupuesto familiar y del peligroso trabajo físico de transportar pesados recipientes de agua por una colina inestable.
El estudio establece como conclusión que los atrapanieblas sí mejoran la seguridad hídrica en El Trébol al proporcionar un suministro seguro y gratuito de agua potable en invierno, sin el cual la mayoría de la comunidad no podría permitirse una cantidad de agua suficiente para una vida saludable. Además, el proyecto apoya y trabaja con existentes mecanismos de vida colectiva para promover la apropiación del recurso por parte de la comunidad y su asignación equitativa.
También subraya que las limitaciones estacionales de los atrapanieblas justifican una crítica a la inacción del gobierno más que a la tecnología en sí misma, y sostiene que "incluso las soluciones socio tecnológicas a medida no cuentan con la financiación necesaria para sustituir la necesidad de formalización y servicios públicos para dar a los residentes de estos asentamientos una seguridad hídrica igual a la que proporciona el agua corriente". Concluye, en cambio, que este proyecto debe verse como "no [...] la solución completa a la inseguridad hídrica o a la inigualdad detrás de la escasez de agua en Pamplona Alta, sino más bien un intento de una ONG de mejorar la salud, la comodidad, el estándar de vida y la independencia de una comunidad en la medida en que su tecnología y gobernanza comunitaria del agua se lo permitan".
Afirmo que para que los atrapanieblas sigan proporcionando seguridad hídrica mientras las comunidades esperan su formalización, lo ideal sería que el proyecto obtuviera el apoyo del gobierno y forme una asociación entre la comunidad y el Estado. A través de esta asociación, sugiero que preparenr planes de contingencia para los meses de verano, como el suministro de agua subvencionado por los camiones cisterna de SEDAPAL.
El principal mensaje de este artículo es que no podemos limitarnos a esperar la formalización de las viviendas de millones de habitantes de Lima cuando la corrupción y la burocracia casual parecen frenar varios grandes proyectos del estado en mi país. Es esencial apoyar proyectos de ONG como este: sin ellos, estamos aceptando en indiferencia que estas personas vivan en una pobreza tan extrema y en la inseguridad hídrica posiblemente incluso durante las próximas décadas. El gobierno peruano no ha demostrado ninguna prisa por construir las infraestructuras necesarias en estas colinas desérticas -como expresaron los participantes al final del análisis-, estas personas se sienten olvidadas y engañadas por las promesas vacías de los políticos. La ayuda de la sociedad civil es esencial para su salud, su comodidad y su dignidad, proporcionando a la comunidad un dispositivo con el que puedan trabajar para dotar a toda su comunidad de un recurso esencial mientras esperan la imprevisible fecha de la formalización. Por supuesto, esto debe hacerse de forma paralela a la presión sobre el gobierno para que afronte el problema de la pobreza y la informalidad. Así, sugiero que el Estado colabore con los proyectos de atrapanieblas de las ONG y las comunidades a las que proveen, ya que aquí se demuestra su eficacia en la mejora de la calidad de vida y la seguridad hídrica, para compensar su demora en cumplir su deber de responder a la pobreza urbana.
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